VOSOTROS:)

jueves, 3 de mayo de 2012

All You Really Have To Do

Te despiertas cualquier día, uno más. Y realmente te das cuenta de que la vida pasa entre pestañeo y pestañeo.
Te despiertas, miras a tu alrededor y todo ha cambiado, le has vendido tu día a día al diablo que se esconde tras el dolor de cabeza y los mareos que han pasado a formar parte de tu rutina.
Esperas que a tu muerte todo el mundo se muera contigo, que el tiempo al igual que tu respiración se pare. No, no es así. Todo continúa, con o sin tu consentimiento y presencia.
Lloran, sufren, piensan en ti unos días, prometen no olvidarte nunca y se olvidan de sus promesas.
Sin embargo, el verdadero agobio es ese que te entra no cuando sabes que todo sigue, si no el que te entra cuando sabes que tú ya no puedes seguir. Cuando lo que resultaba ser blanco, ahora es negro. Cuando sólo sabes tararear canciones antiguas y olvidadas como un tocadiscos roto. Cuando ves que el diablo llama a tu puerta vestido de rojo. No has vivido en vano. Cuando estás sentado en el sofá hablando contigo mismo de música de los setenta. Cuando el diablo se sienta al otro lado del sofá y te sonríe.

Cuando a lo único que temes, es a seguir viviendo.