Me hace gracia ver como piensas que
sabes vivir, que sabes lo que haces y que lo tienes todo controlado. Me hace gracia la cara de importancia que pones al hablar de
insignificantes cosas que no van a cambiar ni tu mundo ni el mio. No pienses que no me he fijado en tu forma de hablar, esa voz que pones de que te todo
te da igual. Y otra de las muchas cosas irritantes que haces, sí, eso de poner los ojos en blanco cuando no quieres hacer algo y esperas que los demás
lo hagamos por tí y podría pasarme horas contemplando tus defectos, pero eres
tú.
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